dimarts, 29 de juliol del 2008

Parecidos razonables y ¿complejos de Farquaad?

El pasado diez de abril leíamos en prensa la intención del gobierno municipal de Paiporta de construir dos rascacielos de vistas privilegiadas en el futuro y exclusivo barrio norte de nuestro pueblo.
Todo ello iba englobado en la operación de soterramiento de las vías del metro que, desde julio del año pasado, se ha convertido por sorpresa en el enemigo público número uno de esta corporación (población?).
Pero como no solo de rascacielos vive el hombre, el gobierno municipal bajaba de las alturas para hablar de vivienda protegida, alquileres para jóvenes y sorteos transparentes que adjudicarán las mismas, también refería la creación de un gran parque de 100.000 m2 creado y mantenido por los constructores de los rascacielos -todo un peligro el “obligar” a mantener una instalación que no da ni un euro de beneficio a una empresa privada-.
A principios de julio, sin embargo, las viviendas protegidas habían desaparecido del proyecto y el barrio norte se perfilaba como una gran zona verde –se mencionan 120.000m2 de parque- con dos o tres “edificios singulares” negando que se hubiera hablado con anterioridad de rascacielos, quizás olvidando la monumental carcajada que provocó aquel comentario: "desde lo alto se verá el mar, y en los días claros, hasta Ibiza".
Dejando de lado esos vaivenes del que no tiene, ni ha tenido, un modelo claro, razonable y explícito de crecimiento para el pueblo, resultan curiosos los paralelismos que encontramos entre el proyecto del gobierno municipal y el futuro PAI del Grao ¿será por la afición del “copiar y pegar” tan utilizada por nuestro equipo municipal?
Respecto a la invención del peligro que suponen las vías del metro para las vidas humanas de los habitantes de Paiporta –Noam Chomsky hace referencia en el enunciado de uno de sus problemas a este tipo de estrategias- no deja de sorprendernos la necesidad de convocar un concurso internacional de ideas para construir dos o tres horrendos edificios de treinta alturas. ¿Será el arquitecto responsable de la última aberración en Dubai quién diseñe cómo será una parte de nuestro pueblo? ¿Tendrá el gobierno municipal la deferencia de abrir al público un canal de participación? Si es así ¿qué capacidad de elección tendremos? ¿elegiremos entre rascacielos de acero y cristal o rascacielos de cristal y acero?
No entendemos tampoco esa “obsesión” -¿complejo de Farquaad?- de crear entornos artificiales, privilegiados y exclusivos cercanos al puerto o al circuito de F1 ¿Por qué nadie apuesta por entornos privilegiados de servicios públicos, de espacios culturales, verdes y deportivos, entornos de participación, de formación permantente, de debate o de crecimiento sostenible? ¿Qué relación estableceremos los actuales habitantes de Paiporta con el futuro y exclusivo barrio norte? ¿Seremos fuente de mano de obra para trabajo no cualificado en hoteles o restaurantes? ¿Será esa –aparte de la muy sustanciosa que proporcionaría a unos pocos la reclasificación de los terrenos - la riqueza, precaria y estacional que traerá a los paiportinos de a pie?